Miguel Zurita cuenta con más de 25 años de experiencia en el sector del capital privado. Es presidente de la Asociación Española de Capital, Crecimiento e Inversión (Ascri) y co-chief investment officer y managing partner de Altamar Capital Partners, firma a la que se incorpora en 2013. Anteriormente, Zurita fue socio senior de Mercapital, donde además de dirigir numerosas inversiones, participó activamente en la captación de fondos y en la expansión de la firma en América Latina. De 2006 a 2008 fue Director de Inversiones de Mexcapital, firma pionera en la inversión en private equity en México.
En esta entrevista, Miguel Zurita conversa con nosotros sobre la actualidad del sector del capital privado, que está “recuperando el terreno perdido” en España, “cerrando la diferencia que tenía con otros países del entorno”. Un sector que cerró 2019 captando un total de 8.513 millones de euros, un 42 % más que un año antes y máximo histórico, en un total de 680 operaciones. “Confluye que el entorno macro ha sido positivo. España ha crecido por encima de la media de otros países y, además, hay un caldo de cultivo de compañías muy buenas, compañías que superaron la crisis con éxito, que han sido muy activas exportando y han modernizado sectores tradicionales. Y esto ha captado el interés de los inversores”, explica Zurita.
Fondos internacionales
A esas cifras han contribuido, en gran parte, los inversores internacionales, que aportaron casi el 80 % del volumen total. “España es un país atractivo y, además, esas gestoras internacionales son más grandes que las nacionales”, justifica Zurita, quien añade que “creo que es una de las asignaturas pendientes que tenemos, la de conseguir más inversores de aquí que apuesten por este activo y que las gestoras de fondos españoles crezcamos, nos internacionalicemos y seamos capaces de hacer operaciones de gran tamaño”.
Por otro lado, dentro de esta inversión de capital privado está “emergiendo con mucha fuerza” la inversión responsable. El presidente de Ascri considera que “cada vez somos más conscientes de su relevancia y es algo que va a dejar de ser una opción para ser un punto clave a la hora de realizar nuestras inversiones, buscando siempre que cumplan con unos factores mínimos de responsabilidad”. Y esto se está viendo ya reflejado en el día a día, tal como muestra la ‘Guía de Inversión Responsable para el sector de Venture Capital y Private Equity’ que presentaron Ascri junto a PwC, en el que se muestra que el 85 % de las gestoras de fondos tienen en cuenta los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo) en sus decisiones de inversión y el 75% ya ha formalizado políticas en este sentido.
Inversión de impacto
Y ahora vamos un poco más allá. “La inversión de impacto es un poco la vanguardia de todo esto que estamos hablando. Aunque sería ideal que acabara convergiendo y que, en un tiempo, todo fuese inversión de impacto, que, de la misma manera que no es posible generar beneficios contaminando o abusando del trabajo infantil, llegará un momento en que solo fuera admisible invertir y generar beneficios económicos a partir de proyectos que tengan un impacto positivo en el entorno”, asegura Zurita. “La realidad es que la sociedad ha cambiado y está mucho más concienciada. Por eso, la barrera para el crecimiento de la inversión de impacto no está tanto en los gestores, sino en los inversores, a los que creo que hay que convencer enseñándoles que hay track record, que hay casos de éxito”, remarca.
Desde Ascri ya están trabajando en pro de esa inversión de impacto. “Lo primero que hemos hecho es dar entrada en la asociación a los fondos de impacto, que antes no estaban representados. Ponemos a su disposición la infraestructura de Ascri, la capacidad de crear conocimiento, de influir. Y vamos a crear un comité de impacto en el que estén representados todos los fondos para poner en marcha todas estas iniciativas: definir exactamente qué es impacto, darlo a conocer, promover los casos de éxito, generar estadísticas, etc. “.
Para llevar esa inversión de impacto al siguiente punto será importante la convivencia y el trabajo conjunto entre inversores de impacto y gestores tradicionales. “Un interesante ejemplo de esa convivencia es el de Ship2B, que tiene varios casos de coinversión con gestores tradicionales”, puntualiza el presidente de Ascri. Zurita añade que “no debemos banalizar lo que es tener impacto, hay que saber cómo se crea el impacto positivo, porque tiene su ciencia, hay que saber cómo medirlo adecuadamente y, por ello, es importante la colaboración con los fondos de impacto, que son los especialistas”.