En el #ImpactAnalysis “De Startup a Scaleup de Impacto” analizamos, de la mano de diferentes expertos, las diferencias entre las dos etapas y el proceso de las startups para escalar a la siguiente fase.
Pero, ¿quién mejor para explicarnos cómo se vive el proceso que las propias startups? En este post compartimos el caso de Qida, una empresa social que ofrece un nuevo modelo de atención para las personas con dependencia o cronicidad, basado en la calidad, un seguimiento continuado y experto liderado por un equipo cercano y multidisciplinar, con base tecnológica, que debe permitir ser más humanos. “En definitiva, un modelo centrado en la persona enfocado en poder vivir más tiempo en mejor salud en casa”, explica Oriol Fuertes, su fundador y CEO.
¿Cómo habéis trabajado hasta convertiros en una scaleup?
Qida nació con una misión hacer sostenible el sistema sanitario y social a escala global ayudando a las personas en situación de dependencia o cronicidad a vivir más tiempo en mejor salud en casa. De hecho, según un estudio del Imserso, más del 90% de las personas quieren vivir en casa, quieren fallecer en casa, y solo un 18% lo consigue, es decir, en España 1 de cada 5 lo consigue.
Lo que nos caracteriza es satisfacer esta necesidad que cada día está más presente en las familias junto a nuestra propuesta de valor, en la que partimos de entender exhaustivamente todas las necesidades que la persona requiere para que pueda encontrar al mejor cuidador que las cubra y se adapte a estas, además del seguimiento posterior a medida y experto que realizan nuestras/os Referentes Sociales. Para nosotros, es primordial ofrecer un servicio de cuidado de máxima calidad y humanidad.
La esencia detrás del “cómo hemos trabajado para ser una scaleup” es humildad, trabajo continuo, ser muy resilientes, seguir nuestro Manifiesto y, sobre todo, soporte de nuestro equipo (talento) e inversores, que des del primer día nos apoyan (como Ship2B o BStartup) o se han sumado y ayudado a liderar estas siguientes fases de crecimiento (como Creas Impacto o Fondo Bolsa Social).
Todo ello nos ha permitido convertirnos en una scaleup, ya que cubrimos unas necesidades existentes no solo en Cataluña (donde empezamos), sino en otros territorios del mercado nacional y somos 150 veces más grandes que cuando empezamos hace 40 meses.
¿Qué es lo que más ha costado para alcanzar esta fase?
Hay tres factores. El primero, conseguir “Product-Market fit”, es decir, construir una propuesta de valor que el/la cliente quiere, que el/la cuidador profesional quiere y que es escalable de manera rentable y con impacto social. La segunda, es definir un modelo de atención diferencial, proactivo, basado en tecnología, a la vez que escalas a una velocidad muy alta (más de un 15% mensual). Y, la tercera, continuar “escogiendo no escoger” entre impacto económico e impacto social, cada día. Creemos que ambos son necesarios para que el crecimiento de este sector sea posible. De hecho, para nosotros es fundamental que los inversores que nos acompañan estén en sintonía con nuestro proyecto y con el objetivo de Qida. Consideramos que a veces también es importante saber decir que no a aquellos que no están alineados con nuestra idea de ser para alcanzar nuestra misión.
¿Qué recursos habéis necesitado?
Sobre todo, dos elementos:
- El primero, equipo y talento. La personalización y escalabilidad sin pérdida en la calidad del servicio, uno de nuestros rasgos más característicos, requiere de un gran número de profesionales bien preparados, académicamente y con experiencia. No es fácil, ni siempre 100% eficiente automatizar o mecanizar procesos en un sector sociosanitario, por lo que las personas son lo más importante.
- El segundo, el apoyo de nuestros inversores iniciales y posteriores; en particular, los tres principales fondos de impacto en el estado español. Estamos muy orgullosos del trabajo que estamos haciendo conjuntamente como equipo.
¿Cómo ha cambiado el equipo en este proceso? ¿Y vuestra posición dentro de la empresa?
2021 ha sido un año de éxito. Hemos casi duplicado la plantilla, pasando de 60 a 110 empleados, y hemos conseguido crear un nuevo empleo cada 35 minutos; lo que nos motiva a seguir creciendo y continuar apostando por dar un servicio de calidad.
En Qida apostamos por ser un equipo multidisciplinar, desde trabajadores/as sociales a psicólogos/as, pasando por especialistas en marketing, asesores legales o expertos en nuevas tecnologías. Un mix de perfiles entregados y apasionados para ofrecer la mejor calidad.
Uno de los aspectos que a veces cuesta más mantener o evolucionar en este proceso es la cultura de la empresa. ¿Cómo habéis trabajado este punto?
Aunque el equipo se amplíe, no queremos perder nuestra esencia, el qué es Qida. Para nosotros es muy importante que nuestra cultura empresarial perdure en el tiempo. Por ello, contamos con un Manifiesto, en el que describimos el “corazón” de Qida: el conjunto de valores, creencias y principios operativos que compartimos y que nos conducen día a día a construir el mundo mejor que imaginamos. En Qida, nuestra cultura se refleja en nuestras acciones y decisiones individuales y colectivas.
Pero, sobre todo, la clave de todo es la “Consistencia de acciones”. Es, cada día, cada uno/a de los/as 110 de nosotros/as, siendo consistentes con nuestros valores, creencias y cuando nos equivocamos, reconocerlo, pedir perdón, rectificar, aprender y seguir, mirada al frente y a por más.