ADmit Therapeutics, startup que desarrolla un test para la detección precoz del Alzheimer, consigue cerrar una ronda de financiación de 785.000 euros, liderada por nuestro vehículo de inversión Equity4Good -que cuenta con el apoyo del Fondo Europeo de Inversión–, que ha realizado un follow-on en esta operación, y un agente clave del sector. Parte de la ronda se ha realizado a través de Capital Cell y a ella se suman 3,4 millones de euros del EIC Accelerator, instrumento del Consejo Europeo de Innovación que ofrece un modelo mixto de inversión de capital y subvención para ayudar a las startups a escalar de manera más rápida y efectiva.
ADmit Therapeutics es una spin-off del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) creada a finales de 2017 y alumni de nuestro programa de aceleración e inversión Health&Care. Está centrada en el desarrollo de un test de diagnóstico precoz para la enfermedad de Alzheimer basado en un análisis de sangre. La financiación conseguida se destinará a completar la prueba de concepto clínica para iniciar la validación clínica en 2021 y obtener el marcado CE en 2023.
Diagnóstico precoz
«Nuestro principal objetivo es desarrollar una prueba de diagnóstico precoz de Alzheimer e implementarla en la práctica clínica. A corto plazo el test de diagnóstico permitiría optimizar el reclutamiento de los pacientes en los ensayos clínicos, de tal manera que se incrementaría la posibilidad de identificar un fármaco curativo para esta enfermedad al poder demostrarse su eficacia” explica Marta Barrachina, directora general y cofundadora de la empresa. Barrachina es Doctora en Bioquímica y MBA y es la investigadora principal en IDIBELL desde el 2006. Ha liderado proyectos competitivos públicos y privados, y es la inventora de seis patentes. Los médicos Ramon Reñé y Jordi Gascón son los otros cofundadores de ADmit Therapeutics y actúan como Consejo Asesor Médico de la empresa liderando el estudio clínico.
El Alzheimer es una necesidad médica no cubierta. “No existe un fármaco curativo dado que los ensayos clínicos han presentado una tasa de éxito del 0,4%, la más baja de todas las enfermedades graves de gran prevalencia”, explica Barrachina. Actualmente existe un infradiagnóstico de la enfermedad y se acostumbra a realizar en la fase moderada con un retraso de entre 12 y 24 meses una vez han aparecido los síntomas. “El problema radica en que la enfermedad presenta un periodo asintomático que puede durar hasta 20 años”, remarca la doctora.